Curación del tabaco


Todas las cultivares burley comercializadas por ProfiGen, incluyendo los híbridos licenciados de la Universidad de Carolina de Norte - EUA y Universidad de Kentucky – EUA, se producen a partir de semilla básica seleccionada para bajos conversores de nicotina para nornicotina. Esa semilla básica se obtiene desde plantas que no excedan a los tres por ciento (3%) de conversión, siguiendo el protocolo desarrollado/divulgado por la Universidad de Kentucky - EUA

Curación del tabaco
La Curación del Tabaco Burley

Curar tabaco es más que el secado de las hojas. El curado se refiere a las innumeras transformaciones químicas y físicas que ocurren en las hojas de tabaco después de la cosecha. El ambiente donde ocurre esa curación determina la naturaleza de estas transformaciones y tiene un impacto sustancial en la calidad y en el precio recibido por el tabaco curado. El ambiente de curación se refiere principalmente a la temperatura, humedad relativa y al cambio de aire o ventilación.
El ambiente ideal para el curado del tabaco burley requiere temperaturas entre 18°C y 32°C y humedad relativa del aire en un promedio del 65 a 70%.

En la mayoría de las cosechas, la clave al éxito de la curación está en mantener esa humedad relativa deseada en la estructura de curado con ventilación suficiente para prevenir condiciones de aire estancado. En muchas cosechas, las condiciones naturales aportan medios aceptables, sin mucha necesidad de administración o manejo. Pero en condiciones atípicas, como períodos secos o lluviosos, la habilidad para controlar la humedad dentro del galpón o estructura de curado es crítica para producir burley de alta calidad. El control de la ventilación es el principal medio para manejar el ambiente de curación. El aire estancado y húmedo contribuye más al escaldamiento (tabaco ardido) o podredumbre de galpón que el aire fresco, circulante y húmedo. En el otro extremo, niveles de humedad relativa del aire excesivamente bajos pueden resultar en un rápido secado de las hojas, causando coloración y características de humo indeseadas. Además, investigaciones recientes de la química de las hojas sugieren que condiciones de curado con alta humedad incrementan el contenido de nitrosaminas (TSNAs) en hojas curadas de burley.

Fases del curado:

El curado es una continuación del proceso de maduración, que involucra principalmente transformación de nutrientes y reducción de humedad. Se puede describir el proceso de curación en tres fases:

La primera es la fase de amarillamiento. Durante esta fase la coloración de la hoja cambiará lentamente de tonos verdes hacia amarillos, mientras las nervuras permanecen verdes. La fase de amarillamiento generalmente dura de una a tres semanas, dependiendo de la madurez del tabaco, de las condiciones climáticas, espaciamiento entre tacos o plantas dentro del galpón, de la realización de la pre-marchitez de plantación o no y del tipo de estructura de curación usada.

Si el proceso de amarillamiento ocurre muy rápido (como resultado de periodos extensos de baja humedad relativa, especialmente si acompañada de exceso de ventilación), se fijará una indeseada coloración en la hoja. Esta generalmente es una coloración clara, matizada y manchada, si las temperaturas son altas y cuando las temperaturas son bajas el color es verde. Si la fase de amarillamiento ocurre muy lentamente (debido a la alta humedad, especialmente bajo malas condiciones de ventilación o condiciones de aire estancado), podrá ocurrir el escaldamiento o podredumbre del galpón. El escaldamiento puede reducir el peso y la calidad de la hoja curada y causar altos niveles de TSNAs.

La segunda fase de la curación es la fase de secado de la hoja. Durante este periodo, la lámina de la hoja gradualmente cambiará del amarillo a un color oscuro (marrón, castaño, o marrón rojizo).

La tercera y última fase es la del secado del tallo. Durante esta fase, el tallo se marchita y pierde la mayor parte de su humedad. Cuando las nervuras principales estén secas, el proceso de curación estará completo y se podrá comenzar el deshoje (desgajo). El proceso de curación comienza gradualmente de las hojas bajas hacia las hojas punteras y por eso ocurre una superposición de las tres fases de la cura, de las hojas bajeras hacia las punteras de la planta.

En condiciones normales la curación dura alrededor de cuatro a ocho semanas.

Manejo del ambiente de curación:

La habilidad para manejar la humedad y la circulación de aire dentro del galpón o de la estructura de curación es crítica para producir tabaco burley de alta calidad física y química en años de condiciones climáticas desfavorables.

Control de ventilación:

Independientemente del tipo de galpón o estructura de curado, el control de la ventilación es el medio básico (esencial) de manejar el ambiente de curación. El control del movimiento del aire afecta la temperatura y la humedad, controlando la curación. En galpones convencionales, como regla general, ventiladores y puertas normalmente se deberían abrir durante el día y cerrar al fin de la tarde o comienzo de la noche. Sin embargo, si el tabaco está curando de forma muy rápida debido al clima seco (humedad relativa del aire por debajo del 65%), el galpón debería ser cerrado durante el día y abierto durante la noche. Por otro lado, si el tabaco está curando muy lentamente debido a altos niveles de humedad (humedad excesiva, periodos lluviosos largos), el galpón deberá quedar abierto para permitir la ventilación. Aire húmedo estancado es un problema mayor que aire húmedo circulante (en movimiento). En algunos casos extremos, se hacen necesarios ventiladores artificiales y el suplemento de calor para prevenir escaldamiento o podredumbre del galpón.
La densidad de carga, la orientación de acuerdo con los vientos predominantes, ventiladores y otras aperturas en la estructura del galpón, así como su tamaño, afectan el movimiento del aire. El aire se mueve a través del tabaco, la humedad evapora y con eso se resfría el tabaco. Al mismo tiempo la ventilación aumenta el curado.Para maximizar el potencial de ventilación en por lo menos el 30%, la superficie lateral de los galpones deberá estar abierta o permitir la apertura para la ventilación. En estructuras de campo la ventilación se hará a través del manejo de las cortinas laterales.

Bajas temperaturas y circulación del aire:

En épocas normales de plantío, las bajas temperaturas no son problema en la curación del tabaco burley. Así mismo, siguen algunos consejos y consideraciones sobre el curado con bajas temperaturas y formas artificiales de manejar las condiciones ambientales.

Baja temperatura reduce la humedad relativa del aire sin afectar adversamente la coloración de la hoja. Exceso de calor podrá bajar la humedad relativa demasiadamente, resultando en un secado rápido y de coloración indeseable. Calor suplementar en galpones de burley se deberá generar con calentadores que producen aire caliente (los que queman propano, GLP, gas natural, etc.), pero nunca por fuego directo (quema abierta) que pueda producir humo y así ahumar el tabaco. El humo proveniente de la fuente de calor o calentamiento deberá ser liberado fuera del galpón de curado. Mismo con calentamiento suplementar será requerida una ventilación para que la humedad pueda salir del galpón. De lo contrario, se formará condensación que va en contra del objetivo del calentamiento suplementar. Ajuste los calentadores para que la temperatura en el astillero más bajo no ultrapase los 30°C. Los circuladores de aire son otra forma de controlar la humedad dentro de la estructura de curación durante periodos prolongados de lluvia o humedad excesivamente alta. Para ser efectiva, el aire se deberá mover y fluir a través del tabaco, y no pasar a su alrededor. La colocación adecuada de ventiladores y la manera como se dispone o cuelga el tabaco en el galpón son críticas para la efectividad de esta ventilación.

Densidad de carga y cortinas laterales:

En galpones convencionales de burley, el espacio entre cañas normalmente cambia de 15cm a 30cm, dependiendo del espacio entre astilleros y del nivel de ventilación en el galpón. Investigaciones muestran que el tabaco burley podrá ser colgado en mayores densidades en estructuras de curación de perfil bajo con laterales abiertas sin aumentar el riesgo de escaldamiento o podredumbre. Mayores densidades significan menores costes con galpón por unidad de tabaco curado. En estructuras de curación de campo el ambiente de curado se controla principalmente por la densidad de carga (espacio entre cañas o plantas) y por el manejo de la cortina lateral. En esas estructuras de curación las cañas pueden y deben ser menos espaciadas entre sí cuando comparadas con galpones tradicionales. Un espacio mediano de 9 a 12 cm. generalmente funciona bien, dependiendo del tamaño del tabaco, de la intensidad de marchitez de las plantas y de las condiciones climáticas que ocurran. Coberturas de plástico se deberán poner sobre las estructuras luego después del cargamento. Pero si las hojas están húmedas o mojadas, permita el secado antes de cubrir la estructura.

En general, las extremidades de la estructura de curación de plantación deberían tener una apertura en la parte superior (entre las plantas y la cobertura plástica), para permitir la circulación de aire y así permitir que el aire húmedo pueda ser expulsado. Con la evaporación de la humedad de las hojas el aire dentro del galpón se satura con humedad. Si no se remueve esa humedad del galpón a través de la circulación del aire esa evaporación paralizará. Las coberturas laterales normalmente deberían estar levantadas o abiertas durante la fase de amarillamiento y secado de hojas y entonces bajadas o cerradas para completar la curación. Una excepción a esa regla ocurre en periodos prolongados de temperaturas altas y baja humedad relativa del aire, durando varios días o semanas. Bajo esas condiciones, las coberturas laterales se deberían bajar durante el amarillamiento y secado de hojas, para disminuir la velocidad del proceso de curación y para minimizar la indeseada coloración matizada y manchada. Cuando se bajan las coberturas laterales, un monitoreo cuidadoso de las plantas y tallos se hace necesario para detectar potenciales condiciones de escaldamiento que requieren la apertura de las cortinas. Ese cuidado de manejo es especialmente importante para estructuras de plantación anchas, que posean tres o más espacios de ancho.

Estructura de curación:

El uso de estructuras bajas, con buen manejo de curación, aparenta resultar en tabaco más oscuro y rojizo que aquel curado en galpones convencionales. Eso se ha observado en investigaciones y también por experiencias de productores. La aceptabilidad de parte de la industria ha sido buena al burley curado en esas estructuras.

Estructuras y galpones bajos con apertura lateral son buenos para la curación, pero no para almacenar tabaco curado y que aún no fue deshojado. El tabaco deberá ser removido (deshojado o amontonado) de esas estructuras cubiertas con plástico lo más rápido posible luego después de la curación estar finalizada.

La retirada en el momento correcto va a minimizar daños con el esfacelamiento, exceso de humedad de la punta de las hojas y el riesgo de pérdidas o daños ocasionados por el viento. La luz solar perjudica la coloración de las hojas tras la curación, por eso no se deberá exponer el tabaco a la luz solar dentro del galpón y tampoco después.

Las prácticas de cargamento y manejo de la curación deberán ser específicos para cada estructura de curado y dirigidas a la preservación de la productividad y calidad, pues cada estructura y cada cosecha son distintas.Cada estructura es de alguna manera única en sus características de curación y necesita ser manejada de forma específica.


 

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